Cómo hacer jabón de arcilla natural


Jabones caseros
David Fisher

En el jabón, la arcilla es un ingrediente súper secreto pero increíblemente efectivo. Sirve como exfoliante natural y suave, además de ser una forma de eliminar la grasa y las impurezas de la piel. Una ventaja adicional: su sedosidad también facilita el afeitado. Puedes agregar arcilla de caolín al jabón o elegir otra variedad para obtener diferentes beneficios.

Variedades de arcilla

Algunas de las arcillas más comunes que se utilizan para hacer jabón son el caolín, la bentonita, la arcilla rosa y el rhassoul. Cada una tiene una calidad ligeramente diferente que puede hacer que elijas una sobre la otra.

  • Caolín: El caolín es una arcilla suave, blanca y esponjosa. Es bueno para mascarillas o exfoliantes ligeros y aporta sedosidad y cremosidad a los jabones. Es bueno para usar en pieles secas o sensibles. Se utiliza en tratamientos faciales, desodorantes naturales y cataplasmas.
  • Bentonita: la bentonita es muy absorbente y buena para la piel grasa, aunque técnicamente es ceniza volcánica en lugar de arcilla. Le da una sedosidad resbaladiza que la convierte en un buen aditivo para los jabones de afeitar .
  • Arcilla rosa: una arcilla de uso general que se utiliza principalmente por su hermoso color rosa. También aporta sedosidad, deslizamiento y capacidad de absorción a los jabones. Esta arcilla limpia y desintoxica, exfolia las células cutáneas muertas, trata el acné y la piel dañada por el sol y puede aumentar la circulación sanguínea en la piel.
  • Rhassoul: es
    una arcilla de color marrón claro que se utiliza por su gran capacidad para absorber los aceites y las impurezas de la piel y el cabello. Proporciona un hermoso color marrón moteado y es ligeramente exfoliante. Se ha descubierto que esta arcilla mejora la claridad y la elasticidad de la piel. También es buena para el cutis graso.

Receta

Puedes usar la misma receta con los diferentes ingredientes de arcilla, ya que todo es cuestión de proporción: usa 2 cucharaditas de arcilla por cada libra de aceite. Para una receta que tiene alrededor de 53 onzas de aceites, usarás un poco más de 2 cucharadas de arcilla en cada una de las tandas. La composición del aceite es la siguiente:

  • 30 por ciento de aceite de oliva
  • 25 por ciento de aceite de palma (puedes sustituirlo por manteca de cerdo o sebo)
  • 25 por ciento de aceite de coco
  • 15 por ciento de aceite de girasol (puedes sustituirlo por otros aceites líquidos como canola, soja o almendras)
  • 5 por ciento de aceite de ricino

Métodos para mezclar

Como la arcilla es una sustancia inerte, puedes añadirla en cualquier momento durante el proceso, siempre que se mezcle bien. Si vertieras la arcilla directamente en la olla, tendrías que lidiar con muchos grumos, así que empieza con pequeñas cantidades y usa un batidor pequeño para mezclar bien.

Añadir arcilla al aceite

En general, este es probablemente el método que funciona mejor, especialmente si no estás usando la arcilla como colorante para hacer ningún tipo de remolino. Una vez que todos los aceites se hayan derretido, simplemente agrega la arcilla directamente a los aceites derretidos. Usa tu batidora de mano para asegurarte de que se incorpore por completo. Busca grumos en el fondo de la olla. Una vez que la arcilla se haya dispersado en todo el aceite, simplemente agrega la lejía y el agua y procede como lo harías normalmente.

Añade arcilla al agua de lejía

Esto funciona mejor con arcillas más ligeras como el caolín, pero a veces las arcillas más pesadas no se disuelven bien en el agua y tienden a aglutinarse.

Advertencia

Es mejor evitar este método la primera vez que lo uses, ya que existe el peligro de que la lejía salpique al mezclar.

Hacer una papilla de aceite y arcilla

Este es el método que querrás usar si quieres un color más variado o moteado en tu jabón o para hacer un remolino. Una vez que tus aceites se hayan derretido, agrega tu  solución de agua y lejía . Simplemente revuelve suavemente hasta que la lejía y los aceites se mezclen ligeramente, pero no mezcles demasiado. Saca una taza o dos del jabón crudo ligeramente mezclado y colócalo en una taza medidora grande o un tazón, luego agrega la arcilla y mezcla bien. Mezcla el resto del jabón en la olla hasta que sea casi el momento de verterlo. Luego, puedes revolver la reserva de jabón coloreado nuevamente en la olla y hacer un remolino. Alternativamente, puedes verter el jabón sin color en el molde y colocar en capas o hacer remolinos con la mezcla coloreada para obtener un remolino aún más definido. El desafío con este método es lograr que una porción grande y una porción pequeña de jabón se  tracen  al mismo tiempo, y debes trabajar rápido.

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