4 ingredientes para el esmalte cerámico


Alfarera afilando un cuenco en el estudio
Estudio Yagi / Getty Images

Los esmaltes cerámicos protegen y sellan la cerámica fresca, lo que la hace funcional y hermosa. Este compuesto vítreo puede transformar un cuenco, una taza o un plato poroso en un recipiente para comer apto para alimentos y resistente a las manchas. Y el esmaltado también es divertido: posiblemente el procedimiento más emocionante en la fabricación de cerámica.

Una vez que se aplica el esmalte y se cuece la pieza (lo que provoca una reacción química y, a menudo, una transformación del color), el resultado es mágico. Pero crear piezas de cerámica cocidas no es todo una farsa. Un conocimiento básico de la aplicación del esmalte y la cocción produce resultados consistentes y deseables, ya que los componentes clave de los diferentes esmaltes tienen cada uno su propia función.

  • Sílice: el formador de vidrio

    Grano de piedra de sílice

     Chacal Pan / Getty Images

    La sílice (o arena industrial) es el ingrediente clave del vidrio, la arcilla cruda y los esmaltes cerámicos. La sílice se puede obtener de forma natural a partir del cuarzo, la arenisca, la arena o el pedernal, o se puede fabricar como óxido de sílice.

    Para elaborar sus propios esmaltes, se pueden añadir productos como cuarzo, pedernal y sílice pura como formadores de vidrio. De hecho, si se calienta lo suficiente, la sílice forma vidrio por sí sola. Sin embargo, el punto de fusión de la sílice (aproximadamente 3100 F o 1710 C) es más caliente que el que se puede alcanzar con cualquier horno de cerámica. Por lo tanto, la sílice no se puede utilizar por sí sola como sellador de cerámica.

  • Alúmina: El refractario

    Un trabajador sostiene un puñado de alúmina procesada.

     Fotos creativas de Bloomberg / Getty Images

    Casi todos los esmaltes contienen alúmina, u óxido de aluminio, que actúa como agente endurecedor. Sin alúmina, el esmalte simplemente se deslizaría de la superficie de cualquier pieza vertical al aplicarlo, lo que no es una situación ideal. Al agregar alúmina en forma de arcilla (caolín, arcilla en bolas o arcilla refractaria) o como hidrato de alúmina (un polvo blanco manufacturado), el esmalte puede
    adherirse a la superficie de la cerámica sin desprenderse.

    La alúmina no solo endurece el esmalte, sino que también ayuda a dispersar las pequeñas burbujas de gas que se pueden formar durante el proceso de cocción. Además, la alúmina realza los tonos rosados ​​que se utilizan para dar color a la pieza final.

  • Fundente: El agente de fusión

    Ceniza de madera.

    Mongkol Nitirojsakul / EyeEm / Getty Images

    Los fundentes desempeñan un papel fundamental a la hora de reducir el punto de fusión del sílice, lo que lo hace utilizable en esmaltes cerámicos. Y, al igual que el sílice, los fundentes también favorecen la vitrificación (la transformación en vidrio). Los fundentes más utilizados en esmaltes cerámicos se obtienen a partir de piedra caliza en forma de óxidos de calcio. El feldespato potásico y el feldespato sódico son buenos ejemplos. 

    Cada fundente funciona de una manera particular. Algunos son muy activos y permiten que el esmalte madure a temperaturas de loza. Otros son menos activos y solo son útiles cuando se hornea a temperaturas medias o altas.

    Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchos de los óxidos metálicos utilizados como fundentes son tóxicos y pueden respirarse en su estado inmaduro. Tenga cuidado y use una máscara antipolvo al manipularlos. Además, asegúrese de que el recipiente, plato o taza final haya alcanzado la madurez completa para evitar que se filtre en los alimentos que se sirven en ellos.

  • Colorante: El embellecedor

    Cuencos blancos con esmaltado azul en un taller de porcelana japonesa.

     Imágenes de Mint / Getty Images

    Una vez derretida, la sílice es transparente, por lo que se necesitan colorantes para lograr la amplia gama de tonos que hacen que decorar cerámica con esmaltes sea tan gratificante. Los colorantes cerámicos deben poder soportar altas temperaturas sin quemarse, por lo que la mayoría están hechos de óxidos metálicos, un medio que también puede afectar el punto de fusión del esmalte.

    Antes de hornear, tenga en cuenta qué colorante está utilizando y haga los cálculos para asegurarse de que la temperatura de cocción sea la correcta. Además, los óxidos de metal en bruto no suelen tener ningún parecido con el color que producen en el esmalte. Saber qué minerales crean qué colores es clave para que el producto final tenga el tono que busca.

    Además de los colorantes, se pueden añadir otros modificadores a los esmaltes que afectan la opacidad, la iridiscencia o la calidad de trabajo del esmalte cuando aún está crudo (sin cocer).

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