Los lápices y crayones de acuarela o solubles en agua son una combinación única entre el dibujo y la pintura. Se dibujan con ellos como lo harías con cualquier lápiz o crayón, pero luego, si pasas un pincel húmedo sobre el dibujo, el color se dispersa y se convierte en una capa de acuarela. Tienen la ventaja de ser fáciles de usar, relativamente baratos y no dejan un desastre que limpiar.
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Índice
¿Qué hace que un lápiz o crayón sea soluble en agua?
A la izquierda: lápiz acuarela y crayón soluble en agua. A la derecha: lo mismo pero con agua aplicada sobre ellos con pincel. Marion Boddy-Evans
Los lápices de acuarela están fabricados específicamente con un aglutinante que se disuelve en agua.
Los lápices solubles en agua están disponibles en una amplia gama de colores, así como los lápices de grafito comunes. Los lápices de acuarela de colores no están clasificados como los lápices de grafito (desde 9B, el más suave, hasta 9H, el más duro), pero su suavidad varía entre marcas, por lo que puede valer la pena comprar un lápiz de muestra de varias marcas para ver cuál prefiere antes de comprar un juego. Cuanto más suave sea un lápiz de acuarela, más fácil será poner color o pigmento en un papel.
Existen dos variantes de lápices de acuarela: los lápices sin madera (solo la mina del lápiz con una envoltura de papel) y los crayones solubles en agua (como los crayones de cera, pero se disuelven en agua). Los crayones solubles en agua permiten aplicar más pigmento (o color) más rápido que un lápiz de acuarela, ya que son más suaves y anchos.
Los lápices acuarelables tienen el mismo aspecto que los lápices “normales”, pero si compruebas las letras estampadas en ellos verás un pequeño símbolo que indica que son solubles en agua, como una gota de agua o un pincel pequeño, o la palabra “acuarela”. Por supuesto, siempre puedes hacer una prueba rápida en un trozo de papel para comprobarlo.
Si utilizas un lápiz o crayón soluble en agua donde no lo tenías previsto, puede resultar desastroso si pintas sobre el dibujo o boceto y lo mancharas. Por eso, si mezclas los tipos de lápices, ¡siempre compruébalo!
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Cómo utilizar lápices de acuarela o crayones solubles en agua
La técnica básica es sencilla: basta con añadir agua al lápiz para crear la pintura. Puedes mezclar colores, combinar áreas de color y eliminar el color, tal como lo harías con la pintura de acuarela “normal”. Marion Boddy-Evans.
El uso de lápices de acuarela es muy similar al de un lápiz o un lápiz de color “normal”. Se sostienen de la misma manera, se les saca punta de la misma manera y se pueden borrar .
Es cuando se añade agua a la ecuación que aparece su singularidad. Hay diferentes formas de hacerlo. Para empezar, puedes hacerlo pintando con agua limpia sobre tu dibujo. Pero también puedes levantar la pintura del lápiz con un pincel y luego aplicarla al papel, humedecer el lápiz y luego dibujar con él, o humedecer el soporte sobre el que estás trabajando.
Al “pintar” sobre un lápiz de acuarela con un pincel humedecido con agua limpia o con un pincel de agua , las líneas de lápiz se “disuelven” en la pintura de acuarela. La intensidad del lavado producido depende de la cantidad de lápiz que se haya aplicado al papel. Cuanto más “mina” de lápiz, más intenso será el color.
Sea selectivo en qué áreas convierte en lavados de acuarela para aprovechar al máximo las propiedades únicas de los lápices de acuarela. Si convierte cada trocito de lápiz de acuarela en un lavado de acuarela, es como si hubiera usado pinturas de acuarela para comenzar.
Para cargar un pincel con un color particular, trate la punta del lápiz de la misma manera que lo haría con una paleta de acuarela: humedezca el pincel y luego use la punta del pincel para tomar el color del lápiz de acuarela.
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Usando lápiz de acuarela sobre papel húmedo
Hay una diferencia bastante grande en el resultado entre trabajar con papel seco (izquierda) y húmedo (derecha). La fila superior es de lápiz acuarela y la inferior de crayón soluble en agua. Marion Boddy-Evans
Si humedeces el papel antes de aplicar el lápiz acuarela, obtendrás líneas de color más suaves y anchas que si dibujas sobre papel seco. Trabaja con cuidado y no utilices lápices que sean demasiado afilados para no dañar la superficie del papel.
Otra opción es mojar la punta del lápiz o crayón antes de usarlo. Si sumerges la punta de un lápiz acuarelable en un poco de agua limpia o humedeces la punta con un pincel húmedo y luego dibujas con él, obtendrás líneas de color intenso. A medida que el lápiz se seca, la línea se volverá más clara y delgada.
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¿Cuántas capas de lápiz de acuarela puedes utilizar?
Trabajar sobre papel rugoso o texturizado puede simular un efecto de pintura granulada. Marion Boddy-Evans
Al igual que con la pintura de acuarela común o el lápiz que no es soluble en agua, puedes usar tantas capas como desees. Simplemente sigue trabajando. Dicho esto, si usas demasiados colores, corres el riesgo de crear un color que parezca barro en lugar de cualquier otra cosa.
La medida en que se mezclan los colores depende de la fuerza con la que frotes con el pincel el pigmento que hayas aplicado al papel. Si lo haces de un lado a otro, disolverás todo el pigmento. Si lo haces ligeramente por encima, disolverás solo la parte superior.
Si está trabajando en un papel texturizado, puede utilizar esta propiedad del lápiz o crayón soluble en agua para crear textura o un efecto granulado como se muestra en la foto de arriba.
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Cómo mantener limpia la punta de un lápiz soluble en agua
Cuando trabajes con lápices de acuarela o crayones solubles en agua sobre papel mojado, asegúrate de mantener las puntas limpias para asegurarte de que los colores no se ensucien. Limpia la punta con un paño húmedo o haz garabatos con ella en un trozo de papel.
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Más técnicas para probar con lápices solubles en agua
Raspar el color de un lápiz de acuarela es una excelente manera de crear textura. Use un cuchillo para raspar pequeños trozos de lápiz. Espolvoréelos sobre papel húmedo o coloque un poco de agua sobre ellos y observe cómo se extiende el color.
No te dejes seducir tanto por las propiedades de los lápices acuarelables que pases por alto la riqueza de colores y los detalles que obtienes al usarlos “secos”, de la misma manera que usarías lápices de colores comunes. Deja algunos de los lápices intactos o aplica detalles finos con un lápiz seco una vez que las aguadas se hayan secado.